DIOS NOS PULE CON SUS HERRAMIENTAS.

El proceso y formación en las manos de Dios lo sentimos a veces dolorosos y hasta injusto, pero pensamos así, cuando no estamos seguros de cuál es el propósito que Dios tiene con cada uno de nosotros, penamos muchas veces que Dios nos ha abandonado, o pareciera que no nos escuchara, e inclusive en algunas ocasiones nos atrevemos a cuestionarlos e interrogarlo, preguntándole constante mente el porque nos tiene abandonados, y no nos escucha.
Y resulta que en esos precisos momentos es cuando el más cerca está de nosotros, y es cuando más está pendiente de nuestra Fe, nos observa de tal manera que se da cuenta que aquellas fuerzas que un día nos como las del búfalo ya se ha desvanecido, nos ve que la mirada ya hemos dejado de ponerlas en el que es el consumador de la Fe, que aquellos pies de sierva se han vuelto pezuñas. y cuarteados por los cayos por dejar de caminar en sus caminos, es una serie de aspectos físicos que le demostramos a "EL", lo cual no testificamos con nuestros hechos y nuestras acciones, que en algún momento le dijimos "Señor quiero ser tuy@, quieres que hagas en mi un ser a tu voluntad, nos olvidamos, que le hemos entregado nuestras cargas, y es ahí en donde la fe comienza a menguar en nuestras vida, lo que nos lleva a un enfriamiento espiritual e incluso a la muerte si así se le puede decir.
El permitir que Dios nos introduzca en su taller y nos pase por su esmeril, es permitirle que quite de nuestras vidas a través de esa herramienta todas aquellas impurezas que nos impide darle libertad a su Espíritu , y que sea el Espíritu Santo quien nos guié a unir nuestros pensamientos a los de "EL",. 
Cuando nos sometemos a este tratamiento entonces podemos decir, "Ya no vivo yo, ahora Cristo vive en mi"