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Lamentablemente en algunos ministros de Dios o que suelen
llamarse ministros de Dios, llegan a un Status espiritual por así decirlo, que
se atreven a decir el Señor me mostro, o… así te dice el Señor. O… el señor me
dijo,…, ya sea que tengan que tomar el nombre del señor para desahogar su
amargura, o su envidia ministerial, o su incomodidad por un siervo de Dios, que
tal vez esta hasta en mejores condiciones espirituales que él o ella. ,
Cabe anotar que en ocasiones más de uno se han venido en
contra vía conmigo, más usando la terminología (IT@), como es por ejemplo la
palabra muy usual de decirle a un o una sierva de Dios Hermanita, llevándola a
un grado inferior al que trata, y en realidad la palabra Hermanit@, no existe
en la Biblia, lo que si estoy segura es que Dios nos ha llamado para cosas
grandes, y no pequeñas.
Yo te preguntaría ahora en este momento qué harías tu si
Dios te dijera te voy a dar una bendicioncita, o que alguien orara por ti y dijera
en la oración Señor mira a mi hemanita, es tu siervita, dale una bendicioncita,
como reaccionarias tu ante semejante pequeñez, cuando Dios te ha prometido
cosas grandes, y que todo lo que tu siembras eso mismo recogerás, entonces si
por haber orado por una bendicioncita para “X” o determinado herman@ Dios en
recompensa te da una bendicioncita?, te gustaría? Nooo, hermano, usted ha sido
llamado para cosas grandes, con nombres grandes.
Esto se debe a que muchas veces más de uno se creen que por
el rango y/o cargo al cual Dios los ha llevado, o por los estudios, Teológicos,
Profesionales o laborales que desempeñan, llegan a pensar que si un hermano te
pide apoyo o refuerzo en oración o intercesión es porque el hermano esta en
desobediencia, o en pecado, y de verdad que es una lástima, como dentro del
mismo pueblo de Dios se puedan observar este tipo de situaciones, pero lo que
yo más puedo sentir es la mirada que les da el maestro cuando alguien piensa de
ti de esta manera.
Podemos observar en la palabra cuando Moisés estaba cansado
y Aarón y Hur le sostenía los brazos, hasta terminar la batalla, en muchas
ocasiones como intercesores del pueblo de Dios, también vamos a encontrar
batallas, tal vez con el áreas de tu vida que tu menos esperas, una de ellas puede
ser la salud, pero sabes qué?... estamos conformados por un ejército, en donde
cuando uno decae, ahí debe estar el otro para enfrentar la
batalla, esto no quiere decir , que tu estés en pecado, o en desobediencia,
fácilmente es de discernir, que cuando un Siervo o un hermano en la fe te pida
apoyo o refuerzo en la oración o la intercesión, cuando debes sentirte más
privilegiado, que como instrumento de guerra te tiene el señor para combatir y
guerrear, no para juzgar ni condenar, ni muchos menos para hablar mal de aquel
siervo quien confiadamente ha puesto en ti la seguridad que le vas a respaldar,
lamentablemente tenemos que esperar investigar primero la condición del que
hace la petición, antes de postrarse ante la presencia de Dios, y que sea el mismo
Dios quien le revele que tipo de instrumento de guerra eres en las manos de
Dios.
Te ha pasado algo similar alguna vez? Si te ha sucedido algo
parecido puedes hacer el comentario. Te invito. Este mensaje no muerde,
edifica. Bendiciones de lo alto para todo aquel que se a detenido a leerlo.
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