domingo, 15 de mayo de 2016

RECONOCIENDO LOS ATAQUES.



Cuando tu sientas  que los tratos que hay a tu alrededor con tu vida, con tu familia, con tu ministerio,  son insignificantes, es porque no vienen de parte de Dios, uno de los tratos que el hombre suele darle a los hijos de Dios es tratar de ridiculizarlos o en lo posible hacerlos sentir poca cosa, cuando hay tratos de esta índole, tienes que tener en cuenta que aquellos que te tratan de esta manera son personas que se dejan llevar por un alto nivel de prepotencia, o egocentrismo que te conllevan a menoscabarte y ridiculizarte, pero si eres una persona que te has mantenido en una relación íntima con Dios, y tu koinonia con el  Espíritu Santo te ha mantenido en un potencial extremo de conocimiento de los ataques, ya tú te colocas en posición de observadora  identificando y graduando con tu termómetro cual es y a que se deben los ataques,
Mira siempre el lugar que Dios te ha dado y no permitas que nada ni nadie te balancee ni te desestabilice por conceptos y opiniones de hombre, mantente firme en aquellas revelaciones que Dios te ha dado, tú no estás en el lugar que estas por estimaciones o consideraciones de hombre tu estas allí en ese lugar, porque Dios te puso allí, para que le sirvieras como atalaya y usaras como instrumento  esa arma que él te ha dado, como es la oración y la intercesión.
Mantén  una posición para que agrades a Dios, y esto dará paz a tu corazón.


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