martes, 31 de mayo de 2016
martes, 17 de mayo de 2016
domingo, 15 de mayo de 2016
COMO MANTENER UNA LAMPARA ENCENDIDA
El Juicio venidero de Dios es tan cierto como el regreso de Cristo a la tierra. Jesús nos deja una gran enseñanza en esta parábola de las diez vírgenes, en donde nos enseña que cada persona tiene que ocuparse de su condición espiritual.
En la parábola de los talentos: Nos enseña la necesidad de usar bien lo que Dios nos ha confiado. La preparación espiritual no puede comprarse ni prestarse a último minuto, nuestra relación con Dios debe ser propia.
Las Lámparas en la vida cotidiana y ordinaria, se correspondían a vasijas que contenían aceite y se prendían para dar luz. De aquí que cada verdadero creyente es luz en este mundo, cada hombre o mujer es una de esas vasijas. En el caso de un verdadero creyente, su vasija o lámpara estará llena de aceite, que representa llenura de la palabra de vida.
Muchas veces decimos: Hayyy…! Nooo…., Se me quedo el cargador, ¿Me puedes prestar el tuyo?. Y de pronto nos damos cuenta que el conector no es el mismo… y respondemos asombrados, Hayy.. ¡ Pero no me sirve, es de otra marca, Y… ahora que voy hacer? Y si no tienes cargador no tienes celular, y no tienes minutos ni tienes como comunicarte con nadie, Cierto?, y cuando queremos encontrar el cargador ya han transcurridos un tiempo y no logramos adquirir aquellos que necesitábamos, ya sea porque el evento se ha cerrado, de tal manera que no tuviste como comunicarte por no haberte provisto de la energía que necesitabas, te dejaste descargar. Por lo regular en el Glamur se ve que el novio es quien espera la novia y esta puede retrasarse pero el novio impacientemente la espera, confía en ella y la espera todo el tiempo que sea necesario. Pero si observamos que en el caso de las diez vírgenes el novio es quien se demora tanto que estas mujeres se desesperan y se desaniman, se cansan en esperarlo y se duermen, pierden las esperanzas, la fe, y comienza el aceite a agotarse y los mechones de las lámparas comienzan a parpadear, a apagarse.
En la parábola de los talentos: Nos enseña la necesidad de usar bien lo que Dios nos ha confiado. La preparación espiritual no puede comprarse ni prestarse a último minuto, nuestra relación con Dios debe ser propia.
Las Lámparas en la vida cotidiana y ordinaria, se correspondían a vasijas que contenían aceite y se prendían para dar luz. De aquí que cada verdadero creyente es luz en este mundo, cada hombre o mujer es una de esas vasijas. En el caso de un verdadero creyente, su vasija o lámpara estará llena de aceite, que representa llenura de la palabra de vida.
Muchas veces decimos: Hayyy…! Nooo…., Se me quedo el cargador, ¿Me puedes prestar el tuyo?. Y de pronto nos damos cuenta que el conector no es el mismo… y respondemos asombrados, Hayy.. ¡ Pero no me sirve, es de otra marca, Y… ahora que voy hacer? Y si no tienes cargador no tienes celular, y no tienes minutos ni tienes como comunicarte con nadie, Cierto?, y cuando queremos encontrar el cargador ya han transcurridos un tiempo y no logramos adquirir aquellos que necesitábamos, ya sea porque el evento se ha cerrado, de tal manera que no tuviste como comunicarte por no haberte provisto de la energía que necesitabas, te dejaste descargar. Por lo regular en el Glamur se ve que el novio es quien espera la novia y esta puede retrasarse pero el novio impacientemente la espera, confía en ella y la espera todo el tiempo que sea necesario. Pero si observamos que en el caso de las diez vírgenes el novio es quien se demora tanto que estas mujeres se desesperan y se desaniman, se cansan en esperarlo y se duermen, pierden las esperanzas, la fe, y comienza el aceite a agotarse y los mechones de las lámparas comienzan a parpadear, a apagarse.
martes, 10 de mayo de 2016
Suscribirse a:
Entradas (Atom)