Servir a otros es la regla de la naturaleza: los ríos no beben su propia agua, los árboles no comen sus propios frutos, el sol no brilla para si mismo, las nubes no dejan caer la lluvia para si mismas, las flores no esparcen su aroma para si mismas.
Nuestra naturaleza es el servicio;
la vida es buena cuando tú eres feliz, pero es mejor cuando otros son felices por causa tuya. DIOS te creó para bendecir la vida de otros.
Cuando ofrecemos nuestro tiempo, energía y recursos para aliviar y ayudar a otros, recibimos un gozo, una dicha mayor, que solo DIOS puede dar.
Alguien necesita un poco de lo que tú tienes; alguien necesita de tu sonrisa, de tus palabras de aliento, de tu consejo, de tu amor, de tu tiempo para escucharlo, de un abrazo...
Es mejor dar que recibir, pero es necesario experimentarlo para darnos cuenta; no es malo recibir, solo que es mejor y más satisfactorio dar.
"Recordando las palabras del Señor Jesús: Hay más dicha en dar que en recibir"
Hechos 20:35b.
Pastora:
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