viernes, 25 de diciembre de 2015
UN NUEVO DÍA ES SENTIR SU MISERICORDIA
Gracias Señor por este nuevo día, gracias porque tu misericordia y tu divina gracia la puedo ver y sentir cada día, cuando veo lo hermosa que es la naturaleza, contemplar en las madrugadas unos colores inigualables cada día, en medio de la aurora, el poder ver y apreciar como el resplandor de un nuevo día desvanece esa aurora, y ver y discernir como los rayos del sol interrumpe ese resplandor para anunciarnos y mostrarnos el calor del Espíritu Santo que está siendo derramado sobre nuestras vidas,
Sentir el calor del sol, es como sentir el fuego de Espíritu Santo, su grado de temperatura en nosotros aumenta conforme aumenta nuestra búsqueda en el, luego cuando se escucha el trinar de las aves, me digo: “Y quién soy yo para no alabar a Dios? “ , si lo hacen las aves del campo, cuanto más no lo voy a hacer, y de nuevo comienzo a deleitarme en su Presencia, adorándolo y alabándolo.
Solo necesitamos saber quiénes somos ante “EL”, y lo que éramos ante de encontrarlo a “EL”,
Vive cada día, como si fuera el último día de tu vida, vive cada momento como si fuera el último momento de tu vida, con un corazón lleno de agradecimiento, de paz, de adoración, de fe, ten siempre presente que el día ni la hora nadie la sabrá, solo nuestro Padre que está en los cielos.
Quiero en este nuevo día adorarte una vez más, exaltar tu grandeza, decirte que cada momento de mi vida no dejo de agradecerte sacrificio que hiciste por mí en la cruz
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