En Lucas 15: 11-32 Tenemos la historia del “HIJO PRODIGO”,
el hijo que se fue de su casa con la herencia del padre y regreso arruinado y
arrepentido, pero con el concepto equivocado de sí mismo. La parábola del “Hijo
Prodigo” muestra a un muchacho que se aleja de su Padre y peca contra “EL”. Al
reaccionar, se da cuenta que estaría mejor en la casa de su Padre, y decide
regresar , su culpa le hizo creer que había perdido su posición de hijo; sin
embargo su Padre lo esperaba e hizo todo lo posible para demostrarle que,
aunque hubiese pecado, seguía siendo su hijo.
Muchas personas que vienen a Cristo creen que no son dignas
de ser llamadas hijos de Dios, pero así es nuestro Padre Celestial, que aunque
todos pecamos hizo todo lo posible para reconciliarnos con “EL”, y envió a su
hijo para morir en nuestro lugar, y luego dejo escrito que significamos para
“EL” , para que vivamos como hijos y no como Jornaleros.
Así mismo, existen hijos de Dios que le sirven, que le son
obedientes, pero no viven en la Gracia, estos se distinguen porque critican a
aquellos que apelan a esa Gracia y son perdonados.
Podemos observar que hay muchos hijos que tomas diferentes
actitudes.
1º-) El que se va y mal gasta su dinero
2º-) El que se queda y no disfruta de nada
3º-) El que regresa y vive acusado como Jornalero.
4º-) El que sirve al Señor y Vive disfrutando de su amor.
La combinación perfecta es el que sirve bien, vive bien y
acepta la gracia de su Padre.
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