jueves, 17 de noviembre de 2016

PENETRANDO EN EL TRONO DE DIOS.

Cuando nos encontramos en situaciones sorprendentes, como es el de ver las cosas tan imposibles, lo primero que decimos es : y no doy más, hasta aquí llegue, ya he hecho todo de mi parte, porque es tan grande y difícil aquella situación por la cual estamos pasando, que nos parece imposible que tengan un cambio, pero en esta noche quiero dejarte una huella en tu vida por que la vas a poder tocar con tus manos y es el decirte que para DIOS no hay nada imposible, todo aquello que tú ves difícil a tu alrededor eso no es nada en las manos de DIOS cuando nos colocamos ante su presencia y nos humillamos ante él, y cuando tú te haces vil ante DIOS y te sientes pequeño ante él, entonces él te hace grande ante los hombres-

Dios te llamo, te recogió , del lugar en donde tú te encontrabas, para colocarte como cabeza y no por cola, tú has sido llamado para Reinar , para ejercer un mandato, y ha entregado en tus manos un báculo de autoridad, para que puedas hacer y deshacer, así que no mires los problemas como el más grande de todo, piensa siempre que tú tienes un D I O S más grande que aquella montaña de problemas, esta es una noche en la cual tú te puedes decidir a entrar ante su trono, con el solo sentir y disposición que tengas en tu corazón, solo dile que tu confianza esta puesta en él, porque tu reconoces que él es tu sustentador, tu ayudador, dile que tu reconoces que él es tu pastor, el que te coloca los pies como de sierva, confiésale todo lo que tu siente en tu corazón para que te declares una mujer de guerra, de éxito, de batalla, tú has sido llamada  la niña de sus ojos por lo tanto él no te dejara sola en ningún momento, entra a tu alcoba y desnúdate ante él, y muéstrate ante el tal como eres, y sé que el en esta noche colocara vestiduras nuevas de lino fino, un anillo en tu dedo, y una corona de victoria, no le temas a las tinieblas de la noche, por muy oscura que sean porque pronto veras el resplandor de un nuevo amanecer, no le temas a las montañas por muy  grandes que las veas, porque ante DIOS serán derribadas, así que hija sigue adelante, y mantente en la presencia de DIOS. Alabándole y adorándole.


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