Sé que en este desierto no voy a morir de sed ni de frío,
porque tú vas caminando conmigo, Tu diseñaste mis vestiduras para estar en este
desierto y me colocaste las armaduras para estar aquí en este lugar, me has
preparado para este caminar, me hiciste salir garras en mis manos, y muslos de
acero en mis brazos. Se en quien he creído, se que de este polvo en donde me
encuentro hoy tu me levantaras a otro mejor lugar, aquí en este desierto he
ensanchado el sitio de mi tienda, afirmándome más en tu roca. Y me has visto
extender las cortinas, y alargar mis cuerdas de la oración, todo esto me ha
hecho reforzar mis estacas en la Fe, aumentándose así que puedo ver el cielo
tan cerca de mí, y es sentir tú misma esencia y tu fragancia envolverme en este
desierto.
Sé que de aquí me levantaras como tu bandera. El día que de
aquí me saques no habrá muro ni murallas delante de mí, ni habrá cerrojo de
hierro alguno que intente obstruir el camino por donde voy a pasar.
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