martes, 6 de octubre de 2015

DIOS ES REAL SIN IMPORTAR COMO TE SEINTAS.

Cuando las cosas marchan bien en nuestra vida, es fácil adorar a Dios; cuando nos ha provisto alimento, amigos, familia salud y alegría. Pero las circunstancias no siempre son tan agradables, ¿Cómo adoramos a Dios entonces? ¿Qué hacemos cuando Dios parece estar a millones de kilómetros de distancia?.
El grado de adoración as profundo implica alabar a Dios a pesar del dolor; agradecerle a Dios durante la tentación, aceptar el sufrimiento y amarlo aunque parezca distante.
Las amistades son probadas a menudo por la separación y el silencio; En cualquier relación siempre hay momentos de intimidad y momentos de distanciamiento, y en la relación con Dios, no importa lo intima que sea, el péndulo también se overa de un lado a otro, Entonces si que la adoración se pone difícil.
Dios te ha prometido “Nunca te dejare ni te desamparare”, Pero Dios no te promete; “Siempre sentirás mi presencia” Dios reconoce que a veces oculta su rostro de nosotros. En Isaías 54:8 nos dice: “Con un poco de ira escondí mi rostro de ti, por un momento; pero con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo Jehová tu redentor”.
El pecado si os puede desvincular de la amistad íntima con Dios. Seguirás amando, confiando obedeciendo y adorando a Dios, aunque no sientas su presencia ni tengas prueba evidente y visible de su obra e tu vida? El error más común de los Cristianos con respecto a la adoración es que buscan una experiencia más que a Dios.

Dios quiere que tu sientas su presencia, pero prefiere que confíes en El aunque no lo sientas, A Dios le agrada la Fe, no los sentimientos. Nunca dudes den la oscuridad lo que Dios te dijo en la luz.


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